Colombia ha encontrado en la palma de aceite una oportunidad para, además de promover la agroindustria, producir combustible sostenible de aviación (SAF por sus siglas en inglés) en el país.

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Los sectores de palmicultura y la aviación, así como las entidades gubernamentales, se encuentran a la espera de la aprobación del aceite de palma como materia prima para el SAF por parte OACI (Organización de Aviación Civil Internacional) que le permita escalar la producción a un nivel comercial.

Se estima que para atender el mercado nacional —las aerolíneas que operan en Colombia, incluyendo vuelos domésticos y vuelos internacionales que hacen escala en el país— se requerirían aproximadamente 650 mil toneladas de aceite crudo de palma.

De acuerdo con Nicolás Pérez Marulanda, presidente Ejecutivo de Fedepalma, ese volumen es el equivalente al tamaño actual del mercado del biodiésel en Colombia.

Indicó que hoy hay un volumen disponible de unas 400 mil toneladas que actualmente se está exportando. Sin embargo, afirmó que con el aumento de la productividad del sector esa cantidad sería aún mayor en el corto plazo.

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“La decisión de la OACI sería el detonante de las inversiones necesarias para escalar esta producción de aceite de palma, porque la única materia prima disponible a corto plazo —con una tecnología ya comercialmente viable— es la que tiene Ecopetrol”, señaló el dirigente gremial.

Sostuvo que la biomasa también representa una oportunidad en la producción del combustible sostenible de aviación, pero ya en un horizonte de mediano plazo.

“La tecnología para producir SAF a partir de biomasa aún está en una fase menos desarrollada en comparación con la del aceite. Sin embargo, creo firmemente que las necesidades de las aerolíneas serán tan grandes que vamos a requerir todas las materias primas y tecnologías disponibles para cumplir con los objetivos de descarbonización”, anotó.

Manifestó que con la biomasa se podrían evitar las tensiones entre la producción de alimentos y la de combustibles.

“Es importante recordar que el 80% de lo que se produce en el cultivo de palma es biomasa y solo el 20% es aceite. Todo lo que se pueda hacer para darle valor a esa biomasa es bienvenido. El aceite se puede seguir destinando a alimentos, y la biomasa, a energía”, subrayó.

Proceso con la OACI

El presidente de Fedepalma sostuvo que el proceso para lograr la aprobación del aceite de palma como materia prima para SAF está muy avanzado.

Manifestó que la Aeronáutica Civil presentó formalmente la solicitud ante la OACI en agosto del año pasado y actualmente ese requerimiento está siendo evaluado por un comité técnico que se encarga de verificar que la producción de esa materia prima garantice una reducción significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero, es decir, que tenga una huella de carbono reducida.

Se espera que la decisión sea proferida entre octubre y el primer trimestre de 2026.

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“Los mensajes que hemos recibido hasta ahora son positivos, indican que la solicitud de Colombia es robusta”, apuntó.

En paralelo avanza un proyecto de ley en el Congreso de la República que busca establecer un marco regulatorio para el SAF. La iniciativa ya fue aprobada en primer debate.

“Hay bastante consenso sobre los elementos que deben incluirse en ese marco normativo. Por supuesto, hay algunos puntos de discusión; por ejemplo, las aerolíneas han expresado su preferencia por evitar mezclas obligatorias. Sin embargo, el avance hacia una regulación clara es positivo y necesario para que esta industria pueda prosperar”, mencionó Pérez Marulanda.

Por último, enfatizó que el sector palmero en el país tiene la capacidad de aportar de manera clave y sostenible al desarrollo del SAF, contribuyendo a la descarbonización del transporte aéreo y al fortalecimiento del agro colombiano.